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Sea cual sea el hombre, sean cuales sean sus objetivos, su vida carecerá de valor sin la primera herramienta de esta lista, a la que recurrir en caso de necesidad y que le conducirá a través de la oscuridad de la vida: el fuego. El cultivo de este poder interno, esta fuerza que nos anima y nos llena del calor que intercambiamos para realizar grandes hazañas, y que reponemos con austeridades, con sacrificios, con los rituales...
Muchas veces se da entre los jóvenes, la idea del "hartazgo de la vida moderna" o “la vida de ciudad”. Casi como un cliché o eslogan publicitario por todos lados en nuestros círculos vemos frases como "revuelta contra el mundo moderno" sobre una imagen de un bosque en cuentas de instagram, en su mayoría, manejadas por muchachos que generalmente idealizan lo que verdaderamente no conocen o conocen superficialmente.
Paul Waggener es un escritor, músico(cuyos proyectos son Pale Riders, Totenwolf y Hunter’s Ground, además de que como músico solista se desempeña en el sub-género Outlaw Country) y artista marcial que reside en una zona rural en los Montes Apalaches. Una cordillera montañosa ubicada al este de Estados Unidos. Esta tierra salvaje pertenece históricamente a granjeros, también conocidos como “Hillbillies” y trabajadores de las minas de carbón. Es una región con un gran misticismo y fue atravesada, durante muchos años, por guerras, tragedias y miseria. Se la conoce como Apalacchia. Su espíritu de lucha es propio de los lugares con relieves imponentes y magnánimos ; y de las comunidades sufridas y luchadoras que allí habitaron.
“Como destino para unos pocos —para los que de ningún modo se habían elevado por encima de la vida común— se había concebido el Ade, es decir, una existencia residual y larvaria a partir de la muerte, privada de verdadera conciencia, en el mundo subterráneo de las sombras. La inmortalidad, además de la de los olímpicos, era un privilegio de los «héroes», es decir, una conquista excepcional de unos cuantos seres superiores. Ahora bien, en las más antiguas tradiciones helénicas encontramos que la inmortalidad de los «héroes» se deduce específica-mente en el símbolo de su ascensión a las montañas y de su «desaparición» en las montañas. Vuelve, pues, el misterio de las «alturas» porque, por otra parte, en esa misma «desaparición» debemos ver un símbolo material de una transfiguración espiritual. Desaparecer, o «volverse invisible», o «ser arrebatado en las alturas», no es algo que deba ser tomado en un sentido literal, sino que significa esencialmente ser traspasado, de modo virtual, desde el mundo visible de los cuerpos particulares a la común experiencia humana, hasta el mundo suprasensible en el cual «no existe la muerte».”